Esta receta la pensé queriendo algo para los niños pero puedo decirte que siendo grande la disfrutarás igual o más. Su sabor, su suavidad, sus colores por eso son nubes.

El 29 de Junio en Cali, la ciudad donde vivo hay una tradición muy bonita, tanto así que es patrimonio nacional. “La maceta” dulces de azúcar clavados en un palo de maguey siendo un regalo que le da el padrino a su ahijado. Esta en nuestra memoria y es algo de refleja nuestra niñez.

Y te preguntaras esto que tiene que ver con estos postresitos, por la cuarentena no tendremos el gusto de ir a comprar o de tener el festival en su forma más tradicional, un poco de dulce en este día es algo que de verdad suple, es difícil que con probarlo se asemeje a la maceta pero si puedo decirte que su sabor y textura te hará querer más. *Al final están todas las medidas de cada ingrediente*.

Vamos a hidratar la gelatina con el agua y dejarla reposar.

Licuamos la crema de leche, la leche condensada, la leche y la esencia de vainilla o puedes variarla con coco o almendra le dará también un sabor delicioso. Lo importante es que no le cambién el color.

Sin dejar de licuar agregamos la gelatina ya activada en calor (Al microondas con 10 segundos o a fuego directo removiendo con mucho cuidado). Dividimos la mezcla en tres recipientes y vamos agregar una gota de colorante comestible  de un color diferente en cada una.

En un molde o refractaría vertemos el primer color, yo lo use color turquesa que es mi color preferido. Refrigeramos 5-10 minutos.

Con mucho cuidado vertemos poco a poco el siguiente color, cubriendo el anterior y refrigeramos de nuevo 5 – 10 minutos. Aquí tengo el color violeta.

Teniendo el mismo cuidado vertemos el último color, yo lo tengo de color rosa. Refrigeramos de nuevo hasta que cuaje bien.